He escrito este artículo escuchando esta canción de Ludovico Einaudi:
En muchas ocasiones, nuestros hijos e hijas, nuestros alumnos y alumnas, no suelen hacer lo que les decimos, pero en muchos momentos, sí suelen hacer lo que hacemos. No me cansaré de repetirlo, enseñamos más con una vez que hagamos que con veinte que digamos. El ejemplo enseña y educa; el ejemplo es una gran fuente de aprendizaje que nunca debemos obviar ni desaprovechar. Todos sabemos que las palabras pueden impresionar, pero son las acciones las que van más allá y logran enamorar y perdurar.
Ojalá que con nuestro ejemplo consigamos hacer realidad estos "ojalás":
De una manera o de otra, debemos convertirnos en una especie de ópticos que ayudemos a nuestros hijos o alumnos a enfocar la mirada para descubrir las necesidades que existen a su alrededor; para que se conviertan en la mejor persona que puedan llegar a ser; para que nunca les deje de doler el dolor ajeno; para que se den cuenta de que no existe persona más inteligente que aquella que se preocupa por la gente; para que nada bueno les quede por decir al otro y nada necesario les quede por hacer por el de al lado; para que miren el mundo a través de la lentes de la empatía, de la honestidad, de la colaboración, del respeto, de la solidaridad, de la responsabilidad y de la valentía.
Nuestras acciones y nuestras palabras son semillas que pueden brotar y transformarse en posibilidades y en realidades. El ejemplo es contagioso y una de las principales herramientas que tenemos en nuestras manos para educar. Es bueno saberlo, es bueno tenerlo en cuenta. Contagiad bien y no miréis a quién.
En algunas de las entrevistas que suelen hacerme siempre hay una pregunta que se repite: ¿Qué es para ti educar? Pues bien, me atrevo a responderla de la siguiente manera:
Para mí, educar es soñar personas abiertas y sensibles a las realidades del mundo y hacer todo lo que esté en nuestras manos para que ese sueño se convierta en realidad.
Personas capaces de vestirse con distintas pieles y de caminar con otros zapatos.
Personas que quieren para el otro lo que quieren para sí mismas.
Personas que tallan las palabras que pronuncian con delicadeza hasta que adquieren esa forma exacta que les permite encajar en corazones ajenos.