Un buen maestro ayuda a sus alumnos a afinar sus 5 sentidos.
👀 Afina su vista para que sepan mirar con cariño y comprensión.
👂 Afina su oído para que aprendan a escuchar antes de hablar.
👅 Afina su gusto para que sus bocas pronuncien palabras que alienten y que tiendan puentes.
👃 Afina su olfato para que puedan olfatear lo que se oculta detrás de las apariencias.
✋ Afina su tacto para que sus manos siempre estén dispuestas a dar y a compartir.
¿Qué necesitamos hacer para ayudarles a afinar sus 5 sentidos?
1º. Afinarnos:
Para afinar sus sentidos es necesario que nosotros tengamos bien afinados los nuestros, ya que es evidente que no podemos dar o enseñar aquello de lo que carecemos. También es necesario que seamos conscientes de que educar con cariño no debe ser nunca una excepción, si no que debe convertirse en norma general o en regla natural.
2º. Afinar las aulas:
2º. Afinar las aulas:
Haciendo que se conviertan en espacios en los que nuestros alumnos disfruten aprendiendo, en los que se
sorprendan, en los que se emocionen descubriendo, en los que encuentren aquello en lo
que son especiales; espacios en los que brillen, en los que descubran
esa luz que les ilumina por dentro para que nos ilumine a las demás; espacios que integren las TIC y que nos permitan disfrutar de todas las
posibilidades que estas nos brindan; espacios en los que no sea necesario abandonar la tiza o los libros, en los que se aprendan a utilizar los
medios digitales igual que sabemos utilizar los analógicos, en los que la tiza y
los libros convivan complementándose y ayudando al
aprendizaje, enriqueciéndolo; espacios que sepan que la tecnología es un gran tren que siempre
debe circular por las vías de la pedagogía
3º. Afinar la escuela:
Soñándola y haciéndola entre todos. La escuela que está llegando es rebelde, reúne aspectos de la escuela
de ayer y de la de hoy, está llena de profesores con ganas de aprender,
de formarse. Es una escuela con medios tecnológicos a la altura de sus
necesidades, en la que se sale de sus muros para aprender de la realidad
en la que está inmersa. Es una escuela que no acalla, que da voz, que escucha y que apuesta por un cambio educativo que no nos haga abundar en lo
superfluo, ya que cuando lo hacemos, corremos el peligro de faltar en lo
necesario y en lo realmente importante. Es una escuela que se
aleja de la pirotecnia metodológica y pedagógica en la que estamos
inmersos. Es una escuela que sabe descubrir y poner en valor las
buenas prácticas que están presentes en el ADN de la educación y que es capaz de dialogar con la tradición como premisa básica para innovar.
4º. Afinar a los políticos y las administraciones:
Reinvindicando más medios, mejores infraestructuras, más profesorado y la disminución de las ratios. Exigiendo que la voz de los docentes, de los alumnos y de las familias sea escuchada de verdad en la creación y redacción de nuevas leyes educativas. Proponiendo que la siguiente ley educativa sea la LOERECE (Ley Orgánica de Educación que Realmente Escuche a la Comunidad Educativa).
👀👂👅👃✋
Si estos cuatro pasos se llevan a cabo, nos será mucho más fácil ayudar a nuestros alumnos a afinar sus 5 sentidos. Algo que me parece imprescindible porque tan importante como enseñarles a leer libros es enseñarles a leer la realidad, a leer el mundo, a leer el dolor, a leer en los ojos, a leerse.