Los maestros somo fabricantes. Día a día fabricamos y ayudamos a fabricar sueños, ambientes inspiradores, ilusiones, experiencias de aprendizaje, preguntas y respuestas no "Googleables" y dosis de confianza.
Nos diferenciamos del resto de fabricantes en que no nos especializamos en fabricar un determinado producto, de hecho, no fabricamos ningún producto igual, todos son diferentes.
Algunos de los productos que fabricamos día a día son:
- Dosis de confianza: ¿Cómo se fabrican? Este producto es el más sencillo de fabricar y sin duda el más importante. Se fabrica creyendo en nuestros alumnos, queriéndolos y valorándolos. Sabiendo que todos son inteligentes y permitiendo que afloren esas virtudes y talentos que poseen. Si generamos confianza en ellos, superarán los obstáculos y verán el error como fuente de aprendizaje.
- Preguntas y respuestas no "Googleables": preguntas que no pueden ser encontradas en Google y que ayudan a desarrollar el pensamiento crítico. La escuela tiene que tener respuestas para estas preguntas y ayudar a los alumnos a buscarlas.
- Experiencias de aprendizaje: tenemos que convertirnos en diseñadores de experiencias de aprendizaje. Ofrecerles múltiples experiencias para que utilicen sus múltiples inteligencias y para que el aula se convierta en un laboratorio, en un museo, en una biblioteca, en un estudio de música, en un teatro, en un taller, en una galería de arte, en una comunidad...
- Ilusiones: todos los niños tienen ilusiones. Nuestra función es conocerlas y potenciarlas a través de sus talentos. Un niño que tiene una ilusión por algo es un tesoro, una llama creativa que no podemos acabar.
- Ambientes inspiradores: si creamos ambientes inspiradores convertiremos el colegio en un escenario de aprendizaje que permitirá que los alumnos aprendan comprendiendo y de una manera competencial. Para conseguirlo debemos empezar por rediseñar el espacio físico del centro educativo y del aula en la medida de lo posible.
- Sueños: nuestros alumnos tienen que saber que sus sueños son muy importantes y que deben intentar convertirlos en realidad. Soñar nos anima a caminar hacia adelante y a entender que la vida puede ser tal como nosotros queramos.
Si hay docentes fabricantes, los colegios se convertirán en fábricas de sueños, de ilusiones, de aprendizajes, de confianza, de vida. ¡A fabricar!