sábado, 2 de mayo de 2015

LOS MAESTROS SOMOS DESPERTADORES

El gran poeta estadounidensedecía: "No soy un maestro, soy un despertador". Realmente es así, los maestros somos despertadores que despertamos en nuestros alumnos tres ces: Curiosidad, Creatividad y Confianza. Parece obvio que una de nuestras principales tareas debe ser despertar estas tres ces en ellos, pero la realidad es que a veces las cosas más importantes son tan obvias que terminamos obviándolas. 

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad es que debido a la mala utilización y al abuso de las nuevas tecnologías algunos niños y adultos presentan un grave déficit, el peor de todos, el déficit de realidad. El mundo debe verse y estrenarse a través de los ojos y no a través de una pantalla. De lo contrario, estaremos sobreestimulando a nuestros alumnos y por ende, haciéndoles perder su capacidad de asombro, su curiosidad y su creatividad. No podemos permitir que esto ocurra y para ello tenemos una solución: convertirnos en despertadores de las tres ces.

¿Cómo podemos despertar estas tres ces en nuestros alumnos?
- Confiando en los demás. Así es como se genera confianza. Confiar en los alumnos, en sus posibilidades, en sus talentos, en sus ideas, en sus esfuerzos...
- Confiando en las familias. 
- Prestando atención a lo importante, a lo esencial.
- Dejando de saturar de estímulos a los alumnos. De esa manera adormecemos su deseo innato de conocer e investigar.
- Teniendo paciencia, expectativas realistas y valorando sus esfuerzos.
- Generando un cóctel pedagógico lleno de experiencias que permitan que los alumnos dejen de ser consumidores para convertirse en emprendedores. 
- Cambiando el contexto de la escuela. Pasando de con-textos a con-vivencias.
- Eliminando el exceso de tareas repetitivas y poco motivadoras.
- Suprimiendo la palabra "fast" de los centros educativos porque termina fast-idiándolo todo.
- No dejando que nuestras prisas priven del tiempo natural que nuestros alumnos precisan para aprender, para crecer, para vivir.
- Alejándonos de la pirotecnia pedagógica que llena las clases de mil actividades y de demasiados estímulos. Todo exceso manifiesta una carencia y una de las mejores pedagogías consiste simplemente en estar, un "estar a pelo", basado en la sencillez y en el disfrute del momento compartido.

Despertar las tres ces en nuestros alumnos no es una opción que podamos elegir, es una necesidad. Sintonizando con nuestros alumnos podremos conseguirlo. El mayor éxito al que aspiran es confiar en ellos mismos y ese éxito depende, en bueno medida, de nosotros.

Como decía Gaudí: Debemos ser originales e innovadores en el sentido de "volver a los orígenes". Volver a los orígenes, a lo esencial, nos hará reflexionar y buscar aquello que transciende a modas pasajeras. Es necesario que lleguemos al corazón de nuestros alumnos, atrapando y cautivando sus miradas, haciéndolos protagonistas, repensando aquello que no nos atrevemos a cuestionar y agitando los paradigmas intocables. ¡A despertar!