Ser maestro es un privilegio. Enseñar no puede ser solo un trabajo, somos responsables de miles de vidas con las que entramos en contacto día a día. Los maestros somos quienes moldeamos el futuro y los que podemos construir un mundo mejor encenciendo el fuego de la imaginación.
Si nuestros alumnos no recuerdan sus años escolares con cariño y con una visión positiva, es que en algo hemos fallado. Tocamos vidas para siempre, escribimos y dejamos huellas en los corazones de nuestros alumnos, por
eso debemos hacerlo con mucha TIC (Ternura, Interés y Cariño).