miércoles, 13 de marzo de 2013

EMPEZAMOS ENSEÑANDO...

Empecé a ejercer de maestro sin dejar de ser estudiante. De hecho, nunca dejaré de serlo. Nuestra condición de alumno es definitiva. Al principio empezamos enseñando lo que somos y  esto nos lleva a ser lo que enseñamos. En este corto, pero intenso camino, me he dado cuenta de que nadie es un maestro completo. La perfección es una utopía, pero aún así, debemos tender hacia a ella. Hoy en día un maestro debe ser un buscador de cualidades, no de defectos; y un detector de ilusiones y sueños. Miguel Delibes escribió: "La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre, pero ha enfriado su corazón." ¡Nosotros debemos calentarlo!