viernes, 21 de noviembre de 2014

LOS MAESTROS SOMOS ALBAÑILES

Los maestros somos albañiles que día a día ayudamos a nuestros alumnos a construir unos pilares fuertes y una gran escalera que les permita alcanzar las estrellas, sus sueños, la felicidad. En nuestras clases nunca deberían faltar estímulos y retos, de lo contrario, podemos convertir a los alumnos en simples coleccionistas de notas y en superadores de áreas.

Para construir estos pilares y esta escalera tan especial tenemos que seguir unos pasos:
                      Paso 1 - Conocer al alumno, sus inquietudes, sus pasiones, su sensibilidad...
           Paso 2 - Captar sus potencialidades.
Paso 3 - Desarrollarlas generando aprendizajes significativos que les permitan aplicar sus conocimientos.

Los maestros ayudamos a construir esa escalera, pero... ¿quién la sube? Los alumnos. Ellos son los protagonistas de su desarrolllo. Nosotros somos los encargados de que esa progresión hacia las estrellas no se detenga. Tenemos que actuar emocionalmente con preguntas, conversaciones, palabras de ánimo, confianza y con el planteamiento adecuado de retos. Es necesario que nuestras clases sean dinámicas y enriquecedoras para sorprenderlos y motivarlos.

El reto no reside en exponer y reproducir contenidos, si no en plantear aplicaciones prácticas que les permitan utilizar esos contenidos en la vida real y en dotar a nuestros alumnos de las herramientas necesarias para buscar, generar y seleccionar de una manera crítica esos contenidos.

Muchas veces decimos que los alumnos no aceptan nuevos desafios, nuevos retos. Estoy convencido de que si se los presentamos con emoción y les hacemos ver lo interesante que resultan, empezarán a subir la escalera porque sabrán que al final de ella podrán alcanzar algo útil para ellos, las estrellas, sus estrellas.