La autoestima y la confianza en uno mismo plantan sus raíces en la infancia. Las familias y los maestros podemos ejercer una gran influencia en este sentido que hará que esas raíces crezcan y salgan a la luz o que, por el contrario, se queden bajo la tierra.
No es fácil construir una buena autoestima y nos enfrentamos a 4 grandes retos indicadores de baja autoestima:
1. Las distorsiones cognitivas que nos provocan pensamientos tóxicos.
2. La obsesión por las debilidades y la falta de atención a las fortalezas.
3. La culpabilización exagerada que da lugar a la autocrítica desmesurada.
4. El bajo umbral de malestar que nos hace "saltar a la mínima".
Lo primero que tenemos que hacer es detectar si nuestros alumnos o nosotros presentamos alguno de los 4 indicadores de baja autoestima. Si es así, debemos pasar a la acción para provocar un cambio cognitivo.
¿Qué podemos hacer?
- Guiarlos para que sean conscientes de sus conversaciones interiores, sabiendo interrumpirlas cuando detecten que no son positivas.
- Practicar con ellos nuevos patrones de pensamiento hasta crear hábitos saludables.
- Ayudarlos a ponerse las lentes positivas para combatir las distorsiones cognitivas de la realidad.
- Trabajar las fortalezas propias enviándoles mensajes que les permiten saber lo que hacen bien, en que destacan, de que han sido capaces, que han conseguido...
- Mostrarles que también se puede disfrutar de los pequeños logros.
- Enseñarles a buscar soluciones a los problemas y no preocupaciones.
- Haciéndoles ver los errores como fuente de crecimiento y que el único error intolerable es aquel del que no aprendemos nada.
- Llevando a la práctica las 10 sugerencias mencionadas en el cartel y que podéis descargar en PDF en 10 sugerencias para reforzar la autoestima y la confianza de nuestros alumnos o en la zona de descargas del blog.