miércoles, 24 de junio de 2015

LOS MAESTROS SOMOS SURFISTAS

El surf es un deporte muy especial que aporta una serie de beneficios que deberían estar presentes en todos los centros educativos del mundo. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
*Proporciona sensación de libertad y de unión con la naturaleza.
*Ayuda a superar las barreras y los límites de cada uno, reforzando la autoestima y la autoconfianza.
*Promociona la igualdad de género y mejora las relaciones sociales.
*Educa en valores: compañerismo, espíritu de superación, integración, perseverancia, respeto, protección del medio ambiente, etc.
*Permite aprender a regular las emociones.

A lo largo del curso nos enfrentamos a grandes olas,  intentando siempre estar encima de ellas para que nos impulsen, pero a veces, esa misma fuerza que nos podría impulsar muy lejos nos aplasta. En educación hay una gran certeza: siempre llegarán olas. Por eso tenemos que estar preparados para no ser sorprendidos. Tenemos que coger la ola, surfearla, disfrutarla y prepararnos para la siguiente. Aunque son muchas las olas que vienen hacia nosotros, cinco me parecen especialmente importantes:

Ola 1 - Alumnos modo avión:
Ni reciben ni emiten, pero están encendidos. Para surfear esta ola hay que buscar estrategias que aumenten la motivación y el interés del alumnado. Hablar en su idioma y hacerles ver que lo que aprenden tiene una utilidad en la vida real. Para ello tenemos que tener muy presente tres grandes deseos que todos tenemos desde que somos niños: deseo placer, deseo de reconocimiento y aumento de posibilidades. Si hacemos que aprender sea divertido y significativo el número de alumnos en modo avión disminuirá en todas las aulas.

Ola 2 - Déficit de realidad y de naturaleza: 
El mundo debe verse y estrenarse a través de los ojos, no de las pantallas. Nuestros alumnos necesitan que diseñemos junto a ellos experiencias analógicas que les hagan valorar el lado sencillo y natural de la vida. Preguntaba Tonino Guerra: "¿Cuándo es la última vez que te has parado ante una puesta de sol?". ¡Es una pregunta muy importante! Se trata de revalorizar los instrumentos y tecnologías tradicionales, de experimentar, de cuidar los detalles, de estar atentos al proceso, de desconectar para conectar con lo que nos rodea.

Ola 3 - Innovación educativa ADSL: 
Todo tiene que suceder rápido y parece que ya nada puede esperar. Si queremos innovar en educación de un día para otro, probablemente, desaprovecharemos ocasiones que por las prisas ni veremos. El factor humano es clave para generar innovación. Más, antes y más rápido no son sinónimos de mejor. Si nuestra innovación es tan rápida como el ADSL estaremos cometiendo un error imperdonable que hará que no podamos llamar innovación a lo que hayamos hecho o conseguido hasta el momento; no estaremos respetando la diversidad de ritmos de aprendizaje. Tenemos que ajustar la velocidad al momento y a la persona. Si la finalidad es innovar con sentido es preciso dar tiempo a las personas.

Ola 4 - Educación = Mercancía política:
Asistimos atónitos a un baile de leyes que no tiene ningún sentido. Urge una alianza educativa que nos lleve a un proyecto educativo menos memorístico y más creativo, que otorgue mayor autonomía y que involucre a todos. No se debería hacer una ley educativa sin tener en cuenta a los alumnos, a las familias y a los docentes. 

Ola 5 - Lenguaje interno: 
Normalmente, lo que creemos se convierte en lo que luego creamos. Si queremos alcanzar nuestras metas y que nuestros alumnos lo hagan, debemos dominar nuestro lenguaje, nuestra conversación interior. ¿Cómo lo hacemos? Aprendiendo y enseñando a gestionar y a comprender las emociones.

No son olas fáciles ni pequeñas, pero recordad que cada vez que nos enfrentamos a una de ellas, la siguiente será más fácil de surfear.