Educar es una tarea de proximidad, de afecto, de compañía y de orientación. Por ello son necesarias unas actitudes básicas en los maestros:
- Acoger a cada alumno, ofreciéndoles un trato cercano, atento y respetuoso.
- Confiar en sus capacidades y aprovechar para aprender de ellos.
- Respetar su libertad dejándoles volar, dejándoles elegir el camino...
- Fomentar su capacidad de iniciativa y creatividad. Existen tantas maneras de aprender como de enseñar.