domingo, 3 de marzo de 2013

LA CABEZA EN LAS ESTRELLAS

Creo en la necesidad de que la imaginación tenga su puesto en la enseñanza. Tengo fe en la creatividad infantil y conozco la virtud liberadora que puede tener la palabra. No pretendo que todos mis alumnos sean artistas, sino que ninguno sea esclavo. Para mí la escuela es un concentrado de experiencias, una gran aventura que puede ser vivida como si fuera un viaje, un libro que hay que escribir juntos, un huerto que hay que cultivar, un sueño que hay que colorear... Todo esto no sería posible sin tener, de vez en cuando, la cabeza en las estrellas. Un gran amigo y excelente ilustrador, Óscar Rubio,  ha plasmado a la perfección esta reflexión. Aquí os la dejo.